Conoce las razones nutritivas que tiene el pozole para que puedas comerlo sin sentirte culpable


Aunque muchas veces pensemos que nos estamos pasando al comer pozole, la realidad es que es uno de los platillos mexicanos más balanceados que podemos consumir.

Si te encanta el pozole y ya estabas pensando en no comerlo, piénsalo dos veces. El pozole es una comida bastante balanceada ya que aporta diversos elementos nutritivos. Disfrutar de un rico plato no es algo que deba preocupar, al contrario, el pozole se hizo para  disfrutarlo y deleitarse con su aroma y sabor.

Y si no sabías de dónde viene el pozole, te contamos: el pozole es un platillo prehispánico, su nombre en náhuatl quiere decir “espuma” por el efecto que se produce al cocer los granos de maíz.

Es un platillo muy diverso al ser preparado de diversas formas y colores, entre sus principales elementos encontramos la carne de pollo o cerdo, lechuga, orégano, cebolla, chile guajillo, rábanos y limón.



 Estos son algunos aportes nutricionales que un plato de pozole ofrece al organismo a través de sus ingredientes:
Granos de maíz:
Hidratos de carbono, hierro, potasio, magnesio, fibra.
Carne:
Proteínas, sodio, potasio, magnesio, zinc y vitamina A.
Chile Guajillo:
Hidratos de carbono, vitamina C y A, calcio y hierro.
Lechuga:
Vitamina A, B, C y E, agua, antioxidantes, calcio, fosforo, hierro.
Orégano:
Antioxidantes, antibiótico, vitamina K, y fibra.
Cebolla:
Fibra, vitamina C, baja en sodio y carbohidratos.
Rábanos:
Fibra, aminoácidos, vitaminas B y C, yodo, magnesio y azufre.
Limón:
Vitamina C, bajo contenido de calorías, ácido cítrico y potasio.

 El pozole contiene elementos cien por ciento mexicanos como el maíz y el chile, que fueron mezclados con otros ingredientes de origen mediterráneo que lo enriquecen en sabor: es el caso del orégano y el rábano.

Por todo lo anterior, el pozole es una excelente opción de sabor y nutrición que nos permite disfrutar sin remordimientos.







Comentarios

Entradas populares