Conozcamos un poco de la comida típica de Veracruz
Pescado a la veracruzana
Los primeros asentamientos
españoles en México se dieron en Veracruz y el Pescado a la veracruzana es un
platillo que simboliza el encuentro entre las dos culturas.
El secreto de la receta es la
salsa con la que se baña el filete de pescado, preferiblemente de un pescado de carne blanca, como mero, robalo o huachinango. La salsa tiene elementos
autóctonos, como los chiles güeros y el xictomatl, nombre que aztecas y mexicas
daban al jitomate, con ingredientes españoles, como las aceitunas, las
alcaparras y el orégano.
El filete de pescado se dora en
un poco de mantequilla, sin cocinar en exceso para que quede jugoso en el
centro, y se cubre con la deliciosa salsa, en cuya preparación también
participan el ajo, la cebolla y los pimientos.
Tradicionalmente, se sirve con
arroz blanco y una ensalada mixta como guarniciones.
Pulacles
El pulacle es uno de los muchos
tamales mexicanos, siendo su ingrediente principal el frijol negro. Los que
preparan las Mujeres de Humo de Papantla se han dado a conocer en la ciudad de la vainilla, de los
voladores y en todo Veracruz por su exquisito sabor.
Las cocineras papantecas pre-cocinan
el frijol si es seco, pero no lo hacen si es tierno. Se prepara una mezcla de
verduras y especias con calabaza y chayote picado, jitomate y chiltepin verde
molidos, y un picadillo de cilantro y hojas santas, a las que le dicen acoyo en
Veracruz. También se añade pipián tostado y molido.
Con una masa de maíz blanco con
su punto de sal y sin añadir grasa, se hacen unas bolitas, que luego se
extienden como tortillas sobre hojas de plátano, las cuales se rellenan con los
frijoles y la mezcla de verduras y especias. Finalmente se envuelven y se
cocinan al vapor ¡Sano, sabroso y veracruzano!
Ostiones a la diabla
En el Golfo de México se dan magníficos ostiones y los
veracruzanos los comen frescos, enlatados, guisados, asados, ahumados, en
vinagretas y de mil maneras distintas.
El nombre “a la diabla” para una receta significa que es muy picante y cuando en México dicen que algo está “picoso” hay que tener cuidado, por lo menos, aquellos que no están acostumbrados a mucho
picor.
De cualquier modo, es casa puedes disfrutar de unos ostiones
a la diabla moderadamente picantes.
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